En Colombia era el nombre de un delincuente que hizo parte de la guerrilla chulavita. En México es un fantasma o aparición, figura alegórica del folclor, que sale en las noches de luna, que acompaña a los hombres sin afectarlos, pero a las mujeres que aceptan montar en su cabalgadura se las lleva y desaparecen.
Usado así en Colombia
"El Charro Negro fue un guerrillero colombiano."